El cantante Luke Pritchard brinda algunas claves para sobrevivir al hype
La noche anterior a este encuentro en el salón de un hotel bastante sofisticado de la ciudad de Guadalajara, Luke Pritchard y sus compañeros de The Kooks tocaron en una fiesta privada de José Cuervo. Fue en una enorme carpa montada en la inmensa y lujosa finca que la destilería tiene en Tequila, el pueblo del estado de Jalisco, cuyo nombre rinde honor al elixir mexicano de mayor proyección internacional. Fue en el marco de la fiesta previa a la entrega de los premios MTV, y la canilla libre de tequila en todos sus formatos explica la resaca que reina en el ambiente este mediodía. A pesar del malestar, Luke dice sentirse a gusto en América Latina, por los tragos y por la música: "Estuve en Cuba el año pasado y realmente pude escuchar y conocer mucha salsa. Intenté bailar, pero no fue demasiado fructífero. De todos modos, me gusta mucho escuchar salsa bastante seguido. Probablemente, porque me trae recuerdos de esa excursión".
Con canciones pegadizas y exitosas como "Do You Wanna" y "Always Where I Need to Be", Konk, el segundo disco del grupo oriundo de Brighton, les abrió las fronteras del Reino Unido. Luke tiene 23 años y parece estar acostumbrándose a girar por el mundo: además de México, tocó con The Kooks en Japón, Australia y, por supuesto, en Estados Unidos. Fue en algún punto de Norteamérica donde le ocurrió lo más extraño que le ha pasado de gira en toda su vida: "Ha sido tan vertiginoso que no puedo recordar exactamente dónde fue, pero apareció una chica que decía ser mi hermana. Eso, en realidad, resulta más bien improbable, porque ella tenía apenas 16 años, y mi padre murió hace veinte. De todos modos, fue bastante traumático porque éramos parecidos, y ella estaba demasiado convencida".
Alguna vez te definiste como una máquina de hacer hits. ¿Cuál es el secreto?
Eso era más bien una ironía. Pero pienso que siempre tratamos de hacer canciones melodiosas. Y creo que muchas bandas, especialmente cuando surgimos nosotros, no estaban buscando eso específicamente. Tal vez porque no querían ser consideradas como una banda pop. Personalmente, creo que cada canción clásica, sea romántica o furiosa, es una canción pop. Y creo que, en el fondo, tiene que ver con divertirse y, de esa manera, transmitírselo al público.
¿Cuál es el mejor modo de definir a The Kooks?
The Kooks son una forma de vida [se ríe]. En realidad, y aunque pueda sonar gracioso, The Kooks conjuga influencias muy variadas que terminan por conformar una identidad personal muy ecléctica, pero con un eje fundamental basado en las melodías.
¿Cómo se salvó The Kooks del hype de la prensa inglesa?
Supongo que siendo genuinos. No nos interesa la competencia entre las bandas. La música no es una competencia, es arte, es expresión. Entonces, por más que el apoyo de la prensa sea importante, no nos interesa ni el hype ni estar a la moda.
¿Cómo trazarías un árbol genealógico de The Kooks?
Venimos todos de lugares distintos y las influencias cambian a través del tiempo. Bob Dylan, The Beatles, The Strokes, The Kinks, The Smiths, Blur… Se hace difícil. Porque también escuchamos música en otras direcciones, y nos gusta mucho el reggae. The Clash ha sido una influencia muy importante, sobre todo en el manejo de las guitarras. El formato de disco convencional parece haberse desvalorizado.
¿Suponés que los singles a partir de ahora van a ser en formato MP3?
No creo que el disco vaya a desaparecer como formato. Pero la industria de la música está obviamente en crisis, y es cierto que las compañías tienen que buscar el modo de preservarse. En ese sentido, los singles en formato MP3 pueden ser un modo legítimo de conservar el negocio. De todos modos, insisto: preferimos los discos
¿Por qué decidieron hacer una versión de "Kids", de MGMT?
Es una canción muy cool. Y creo que ellos hicieron un disco muy bueno: hacía mucho que una banda no hacía un disco así, para escuchar de principio a fin. Creo que son músicos muy honestos. Y creo que alcanzaron un punto alto con "Kids", porque aunque tiene una gran producción, cuando la llevás a un punto básico y esencial, funciona. De hecho, me hubiera gustado escuchar a Johnny Cash cantar esa canción… ¡Hubiera sido increíble!
Alguna vez dijiste que los grandes discos son los que pueden escucharse en cualquier circunstancia, ¿cuáles son esos discos?
Creo que Rubber Soul es el mejor ejemplo. Podés ponerlo en el auto para manejar, pero también funciona a altas horas de la noche: incluso podés ponerlo en un club de hip hop, y la gente se vuelve loca igual. Por supuesto, también podés escucharlo con auriculares. Y siempre es hermoso, porque es un disco que se puede adaptar a todo. Supongo que es por la gran calidad y, sobre todo, el gran feeling que tiene esa música.
¿Es verdad que tienen la fantasía de organizar su propio festival?
Sí, lo estamos pensando para que tal vez ocurra en algún momento de 2009. Supongo que no lo haremos con bandas demasiado grandes. Más bien bandas nuevas, y amigas. Hemos girado muchísimo y tocamos en muchos otros festivales realmente importantes. Eso nos dio bastante experiencia, y nos pone en una posición privilegiada para organizarlo tomando las mejores cosas y corrigiendo algunos defectos.
La mayoría de sus conciertos, especialmente en Inglaterra, son con entradas agotadas. ¿Cómo se llevan con eso?
Es asombroso. A nosotros no nos interesan los rankings, que son una mierda, siempre ligados a la industria. Creo que el verdadero reconocimiento es esto que ocurre con la gente.
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